Las nuevas tecnologías desempeñan un papel
crucial en la erradicación de la pobreza, al ofrecer herramientas que mejoran
el acceso a la educación, la salud, el empleo y la inclusión financiera. La revolución tecnológica más importante experimentada por la humanidad es la que se vive en este momento. Las grandes transnacionales crean las nuevas tecnologías para satisfacer la demanda de los
usuarios con mayor poder adquisitivo. Las prioridades y necesidades de los
países pobres no reciben atención, puesto que no se les provee financiamiento
para la investigación y el desarrollo de las mismas.
Durante las décadas ochenta y noventa, aumentaron los avances tecnológicos.
De esta manera, los países propiciaron la sustitución obligada de la telefonía
análoga por la digital. Quienes no se involucrarán en los nuevos sistemas
verían afectadas sus comunicaciones, transacciones, turismo y relación en
general con el mundo.
Algunas
formas en que la tecnología contribuye a brinda herramientas que mejoran el
acceso a la educación, la salud, el empleo, etc:
Tecnología móvil y
conectividad: La
telefonía móvil ha demostrado ser una herramienta poderosa para combatir la
pobreza. Permite
a las personas acceder a información, servicios financieros y oportunidades
laborales sin necesidad de desplazarse, lo que es especialmente beneficioso
para quienes viven en áreas rurales o remotas. En
los países menos desarrollados, el 70,4% de la población ya utiliza servicios
móviles, facilitando la inclusión digital y social.
Educación
digital y capacitación: La
educación en línea y la capacitación en habilidades digitales son fundamentales
para mejorar la empleabilidad y reducir la pobreza. En El Salvador, iniciativas como el
proyecto "Reducción de la Brecha Digital Educativa" en la Región
Trifinio han proporcionado acceso a tecnología y formación a niños, docentes y
familias en comunidades rurales. Además, la
Fundación Renacer ofrece programas de formación técnica y certificaciones en
herramientas digitales, facilitando la inserción laboral de jóvenes en
situación de vulnerabilidad.
Empleo
y emprendimiento digital: La
tecnología también impulsa el emprendimiento y la creación de empleo. Plataformas digitales permiten a pequeños empresarios y
emprendedores acceder a nuevos mercados y recursos. En El Salvador, más del 30% de las empresas identifican la falta
profesionales con habilidades digitales como un desafío para adoptar
tecnologías, lo que resalta la necesidad de programas de formación y
capacitación.
Inclusión financiera y
servicios digitales: El
acceso a servicios financieros digitales, como pagos móviles y banca en línea,
permite a las personas ahorrar, invertir y acceder a créditos, lo que es
esencial para salir de la pobreza. La
digitalización de servicios públicos también mejora la eficiencia y la transparencia,
facilitando el acceso a programas de asistencia social y otros beneficios.
Desafíos y consideraciones: A pesar de los avances, persisten desafíos como la brecha
digital, la falta de infraestructura tecnológica y la necesidad de políticas
inclusivas que aseguren que los beneficios de la tecnología lleguen a todos,
especialmente a las comunidades más vulnerables. Es fundamental que los gobiernos y
organizaciones trabajen conjuntamente para superar estas barreras y maximizar
el impacto positivo de la tecnología en la erradicación de la pobreza.
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